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Foto Probá no ir al trabajo en auto

Probá no ir al trabajo en auto

Estudio de la Facultad de Salud Pública del Colegio Imperial de Londres. Hay una correlación entre los medios de transporte utilizados para ir al trabajo y el estado de salud.


Las pequeñas cuotas diarias de actividad física tienen un efecto significativo sobre la salud. Subir las escaleras en vez de usar el ascensor es el ejemplo clásico, pero no es la única rutina que reporta beneficios. Un reciente estudio mostró que las personas que van caminando a trabajar tienen un riesgo significativamente menor de desarrollar diabetes y de sufrir hipertensión arterial que las personas que van a su trabajo en automóvil. El estudio confirma que no hacen falta grandes gastos energéticos para mantenerse en buena forma y prevenir las enfermedades asociadas al sedentarismo.

“Este estudio resalta que incluir actividad física en la rutina diaria al caminar, andar en bicicleta o usar el transporte público para ir al trabajo es bueno para la salud personal”, declaró a través de un comunicado Anthony Laverty, investigador de la Facultad de Salud Pública del Colegio Imperial de Londres (Reino Unido). Laverty agregó que “las variaciones entre las regiones sugieren que la infraestructura y la inversión en transporte público, caminar y andar en bicicleta pueden tener un papel importante en el fomento de una vida sana, y que animar a las personas a salir del coche puede ser bueno para ellas y para el ambiente”.

Ciclismo urbano

Laverty y sus colegas del Colegio Imperial de Londres analizaron las rutinas cotidianas de 20.000 residentes del Reino Unido, en los que examinaron en qué medida la forma en que se desplazaban al trabajo afectaba su salud. Como evidenció el estudio, los medios de transporte elegidos varían significativamente según la región (el 52 por ciento de los londinenses utilizaba el transporte público, mientras que en Irlanda del Norte sólo el 5 por ciento recurría al transporte público), y estos a su vez tienen un impacto visible sobre factores de riesgo cardiometabólico co mo la obesidad: el 19 por ciento de las personas que usaban coches, motocicletas y taxis para ir al trabajo eran obesas, en comparación con el 15 por ciento de las que caminaban y el 13 por ciento de las que usaban 
bicicleta.

A su vez, esto luego se traducía en un diferente riesgo de sufrir afecciones relacionadas con el peso corporal, como la diabetes y la hipertensión arterial. El estudio, cuyas conclusiones acaba de publicar la revista American Journal of Prev entive Medicine , halló que quienes iban al trabajo caminando tuvieron un 40 por ciento menos de probabilidades de desarrollar diabetes y un 17 por ciento menos de probabilidades de contraer hipertensión que las que iban al trabajo en automóvil. Estos resultados llevaron a los investigadores británicos a plantear que es posible reducir el riesgo de problemas cardiovasculares con solo ir caminando y no en auto a trabajar.

Ponerse en movimiento

La actividad física es uno de los pilares de la prevención de toda afección cardiometabólica, desde la obesidad hasta la diabetes, y de la enfermedad coronaria a la hipertensión arterial. Sin embargo, uno de los secretos para que su práctica sea sustentable es que se respeten las limitaciones de cada persona. “Lo que tratamos es justamente de trabajar sobre las limitaciones: hay muchas personas mayores que tienen miedo de salir de sus hogares”, manifestó Carlos Galarza, del Programa Médico para el Control de las Enfermedades Crónicas del Hospital Italiano de Buenos Aires.

“Evitamos imponer rutinas de actividad física, porque eso es frustrante, y lo que buscamos es motivarlos”, añadió el médico, quien señaló cómo el solo hecho de caminar en compañía puede hacer que muchas personas se involucren más en la práctica de la actividad física. “Tratamos de fomentar la sociabilidad: estimulamos a las personas para que se junten para salir a caminar, porque solas es mucho más difícil que lo hagan”, describió el especialista.

Las estadísticas muestran que el 46,2 por ciento de los adultos lleva una vida sedentaria, lo que permite comprender el avance de las enfermedades crónicas no transmisibles (como diabetes, hipertensión, obesidad), ligadas íntimamente a estilos de vida no saludables.

Quizás lo que hace falta son medidas pequeñas, sustentables a escala cotidiana, como dejar el auto descansando e ir a trabajar caminando.

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